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No a la guerra

Stop the War Coalition es una organización pacifista británica que combate desde 2001 las campañas de “guerra contra el terror” que se han emprendido bajo la dirección de los EE. UU. y han sido secundadas por varios de sus aliados, como son los casos del Reino Unido y España, tras el atentado del 11-S en Manhattan. Durante el periodo presidencial de G. W. Bush, el 20 de marzo de 2003 los EE. UU. comenzaron la invasión de Irak.

Durante el mes anterior, los eslóganes de “no a la guerra” en España coincidían con los de “no en mi nombre” en el Reino Unido. Una parte considerable de la sociedad rechazaba de plano la intervención militar. Este cuadro de Miró se inscribe en ese posicionamiento que negaba la legitimidad del ataque y que entendía que no podría evitar los problemas de los iraquíes.

Tres elementos capitalizan el esquema compositivo de la imagen: la cara del joven medio tapada con el pañuelo, la pancarta de la organización antimilitarista mencionada, que ocupa el centro de la imagen, y la torre del Big Ben, que se deja ver al fondo. Que se incluya la torre campanario del Palacio de Westminster, sede del Parlamento del Reino Unido, permite adivinar el destinatario último del reproche político que se persigue efectuar y dejarlo patente formalizado como objeto artístico. La pancarta que puede leerse entera, junto con un fragmento de otra que queda a la izquierda, que solo se aprecia parcialmente y cuya orientación ha cambiado, es el principal elemento portador de significado, de ahí que se haya escogido una posición tan predominante. Se identifica con ella el conflicto, así como el planteamiento ideológico que se defiende al respecto. Lo anterior no es óbice para que se alteren los colores empleados en el rótulo respecto a la realidad, cambiando el verde original por un rojo.

El efecto conminatorio que se atribuye a su obra, a juicio de De la Calle, fruto en parte de la notable dedicación del artista al cartelismo y también de su conocimiento de los recursos de las técnicas de la publicidad visual, hace que se potencie el carácter de “pintura de concienciación” que le es propio. Sin embargo, el profesor pone también de manifiesto que es muy notorio el proceso de “concienciación de la pintura”, de modo que su particular lenguaje plástico “no se agota en ser un «medio» para la comunicación ideológica sino que de manera paralela se constituye en registro de una evidente comunicación estética”.

En ese sentido, la construcción de la imagen se produce transformando de la mano de la pintura unos datos de partida de carácter fotográfico. Sin duda, el retrato en primer plano del joven es el punto clave. Con sus ojos negros dirige una mirada penetrantemente desafiante al espectador. Parece que busque el alineamiento de quien pueda percibir la obra. Se advierte también la presencia de un grupo de musulmanes a su izquierda al fondo, aunque su relevancia es comparativamente inferior.

El grado de elaboración figurativa es distinto en cada uno de los elementos. El detalle con el que se reproduce la cara del joven, o el pañuelo que la rodea, contrasta, por ejemplo, con la simplificación formal con la que se aborda la torre del reloj.

Con el empleo de los colores ocurre algo parecido. Solo las pancartas, el rostro del joven y sus ropas se reproducen con colores externos a la gama de grises. El grupo de personajes situado más atrás y las edificaciones se resuelven en tonos grises, dotando al cuadro de un fondo sobre el que destaquen los elementos señalados más arriba.

Santiago Pastor Vila

NO A LA GUERRA, 2004 / Londres (Acrílic / llenç, 81 × 116)Serie: Sense TítolAntoni Miro