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Ovidi polular

Feliu Ventura

Ovidi y Miró. Pocas cosas han necesitado los dos amigos en una valija breve: un país como cinco dedos en un puño y una idea color pericana. Ambos con una plasticidad y una interpretación artística naturalmente popular, sin el aditivo del sesudo viaje intelectual al redescubrimiento de las raíces: ellos están en las raíces y son de las raíces a la vez.

Son conscientes del territorio cultural a través de una realidad captada como una orografía de barrancos que se soluciona con puentes. Con el íntimo propósito de transformar la realidad en todo desde el lugar propio en la época de la deslocalización.

En Ovidi Popular Miró pinta también un Ovidi en plena canción, con toda la fuerza, con la plena conciencia del escenario como correa de transmisión del arte, Ovidio se expulsa desde él mismo hacia los demás para convertirse nosotros.

Un Ovidio feliz que la mala literatura mitificadora ha querido convertir en una persona triste debido a sus decepciones con los gobernantes, con la cultura -que apenas es cul- encerrado en casa la mayor parte del tiempo. Las decepciones nos hacen más vigilantes pero no más tristes. En Ovidi popular encontramos Miró y Ovidi en su cotidianidad felices, tremendamente felices, felizmente tremendos.

Ovidi sonriente desde el escenario, un guiño a una chica de la segunda fila -que sonrisa y mientras tanto aprender a vivir: porque quiere. Una vida como una conversación que se extingue cuando se acaba la botella de herbero: y todos y todas un día se nos acabará el herbero.

Y como la consecuencia de la vida es la muerte, esta exposición es un homenaje, desde la amistad, a un artista -único en la tradición europea- que dedicó su vida a señalar un mundo mejor posible hasta la última consecuencia.

Aprovéchalo, invita a esa persona que te gusta a visitar la exposición Ovidi popular, deje que Antoni Miró os abra la ventanilla de Ovidi y use el arte para el que se hizo: un instrumento de la emoción. Y cuando toda la emoción se haya colado por todos los pliegues de su piel salga a la calle y actúe en consecuencia.