Estadio del espejo
Lacan no duda en determinar, a partir de su declarado seguimiento de Freud, que el mundo de los sueños es, también, un mundo organizado a partir del lenguaje. Un lenguaje que se construye con la observación de significantes y de significados, ubicando su estudio en la senda establecida por el estructuralista Saussure. Y Lacan argumenta a favor de la construcción del yo a través de la imagen del otro. Nos vemos en los demás, y establecemos unos cauces de conducta en la contemplación de quienes nos rodean, asumiendo nuestro crecimiento esencial en la realidad que nos envuelve.
La pintura de Antoni Miró nos observa, nos dice y retroalimenta de cara a la construcción de una conciencia colectiva. En la comprensión, toda, de un universo de discurso social subyace la evidencia que nos llama desde la propuesta pictórica. Los elementos compositivos de su lenguaje creativo coinciden con la articulación del verbo “estimular.” Los significantes serían las situaciones de denuncia crítica, los significados apostarían por la particularidad que la declarada denuncia establece en cada uno de sus lienzos. Así, el mundo de los mundos.
Josep Sou