Construcción de la Historia: A. Miró con Bergson y Proust.
Si para Bergson la historia son las acciones de los pueblos hacia la libertad, atendiendo al valor intrínseco del espíritu en favor de la creatividad y en contra del reduccionismo, también Antoni Miró dedica, buena parte de su esfuerzo creativo, a la defensa de la libertad o, más bien, de las libertades. Una historia, la de Antoni Miró y la de su obra pictórica, que eleva los significados a través de las constantes connotativas. Desde el lenguaje simbólico organiza un universo distintivo, y abre caminos desde la denotación sin necesidad de hipérboles excéntricas. La historia hacia la libertad, o el tiempo detenido, sólo un instante, para facilitar el análisis o, tal vez, auspiciar el compromiso de los receptores de la reflexión creativa.
Si Milton había perdido un paraíso, el paraíso, Proust lo reencuentra a través, posiblemente, de la memoria involuntaria, pero Antoni Miró ejerce la memoria, la propia, y forjada a golpe de lecturas, para devolver la materia cordial de su experiencia humana, a través de su pintura. Telas, cuadros al fin, que son continentes, que albergan el discurso de la humanidad. Desde la abstracción de los mundos que se insinúan, arribamos al concepto necesario para el conocimiento de la historia: la nuestra, la individual, pero también la colectiva. Historia emergida desde la realidad de tantas historias para la libertad. En Antoni Miró se reúnen la añoranza del futuro y la capacidad centrípeta para albergar los sueños colectivos en el mismo núcleo de su obra.
Josep Sou