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Igualitat per a tothom (Igualidad para todos)

La condición de artista comprometido se muestra con un cierto carácter esperanzado en el caso de esta obra. Reivindicaciones en pro de la equidad entre razas, como la de Martin Luther King, constituyen un referente para Antoni Miró. Pero ese modelo se erige en un símbolo que aspira a transmitir un mensaje con mayor amplitud de acción y menos concreto. Su demanda se ve extendida hacia la eliminación, en general, de todas las desigualdades que afectan en el mundo a determinadas minorías maltratadas, especialmente las que afectan a su ámbito propio. Ese fue un tema central de la serie “Amèrica Negra”.

Se trata de un tríptico, con una parte central de proporciones sensiblemente cuadradas, y dos laterales adosadas a esta, que ocupan cada una la mitad de superficie que la anterior. No es casual esta división tripartita y los tres elementos clave, la cabeza y las dos manos, ocupan cada una de las áreas. El pensamiento asume la centralidad, pero se le reconoce también a la acción un papel significativamente relevante. Además, como planteó Bengoechea, los propios brazos “parecen empujar físicamente” las hojas laterales del tríptico, contribuyendo así a la eficacia del cuadro”.

Con una gama cromática corta, mayoritariamente de grises, se ilustra una es- cena. Esta consiste en un grito de ánimo dirigido a una multitud con ansia de liberación y se capta desde la espalda. De nuevo, como ocurre en tantas ocasiones con la reutilización de imágenes provenientes del mundo de la prensa, que es propia del movimiento de la crónica de la realidad, se emplea un punto de vista que es a priori ajeno al canon clásico de la pintura. La multitud ausente permite transformar el sentido intencional de la imagen original.

La figura, representada con un realismo tendente a emular los resultados impresos de los medios gráficos del periodismo de la época, irradia una energía que se significa con unas ondas aerografiadas que vibran a partir de ella. Su contorno se multiplica hasta transcender los límites del lienzo, siguiendo hacia el infinito. Bengoechea destacó que el gesto del protagonista consiste en “un avance del hombre hacia lugares más plenos”.

El contraste entre la representación del personaje y la de sus auras repetidas se produce en relación a diversas variables. Por un lado, observamos la figuración con la que se define el protagonista, y por otro percibimos una intención de reflejar mediante una abstracción la fuerza de sus ideas. También puede destacarse el contraste existente entre la oscuridad y densidad cromática con la que se reproduce la imagen del personaje, y la evanescencia de los degradados del contorno repetido y ampliado sobre toda la extensión del cuadro. Es fundamental, en ese sentido, el elemento de transición entre la figura y el fondo que se ha generado. Así, existe una primera franja más oscura que el resto que media entre el elemento principal y la atmósfera que se ha recreado.

Se nota claramente la influencia del op art, que tanto se prodigó en la década anterior, en la creación de esta ilusión perceptiva que permite reconstruir un movimiento a partir de la yuxtaposición continuada de líneas sinuosas. Es precisamente un ejemplo claro de la “desintegración”, vibratoria en este caso, a la que aludía Corredor, quien ya ponía de manifiesto que se conseguía mediante el “desdoblamiento de las figuras y las vibraciones que las envuelven”.

Santiago Pastor Vila

IGUALTAT PER A TOTHOM, 1972 (Acrílic / taula, tríptic 100 × 200)Serie: Amèrica NegraAntoni Miro