Dòlar enforcat (Dólar enforcado)
La serie “El Dòlar” ocupa un lugar primordial en cuanto a importancia dentro de toda la trayectoria artística de Antoni Miró. Con ella, el artista amplía el alcance de su denuncia contra la represión racista en los EE. UU., formulada en “Amèrica Negra”, pasando a abarcar las políticas expansionistas de dicha potencia, canalizadas a través de la globalización del neoliberalismo. Sin lugar a du- das, esta obra resume conceptualmente a la perfección el conjunto de trabajos que integran esta serie. De hecho, aun compartiendo las motivaciones político-críticas que suscitan todos ellos, en este caso concreto se comunica de forma especial y distintivamente eficaz, gracias a su ele- mentalidad, el posicionamiento crítico del autor.
El dólar, que fue tomado por el artista como símbolo del paradigma económico neoliberal propugnado desde la Escuela de Chicago, se presenta en este cuadro ahorcado, como desenlace de una condena justa. Simbólicamente, se busca acabar con el capitalismo feroz precisamente por las injusticias y desigualdades que origina. Y se emplea para ello la que había sido una forma de ejecución común a lo largo del siglo XIX en ese país, y que aún fue empleada allí tiempo después.
El verdadero protagonista de la composición es ese elemento, el dólar, por todo lo que representa. Solo se complementa con la soga y con una pinza de ten- der de madera que provoca, con su peso y figuradamente, el estrangulamiento. Estos elementos forman un esquema en cruz, que se dispone centrado sobre un fondo neutro, que simula un papel arrugado, partido en dos franjas.
El componente horizontal consiste en la representación hiperrealista de un ajado billete de un dólar, muy ampliada, haciendo que este ocupe una buena parte del lienzo. El vertical se constituye, en cambio, con la cuerda mencionada, de la que cuelga el billete y con la que se estrangula este por el centro, justo donde aparece la efigie de Washington, como si se tratara de expresar que con el neoliberalismo incipiente por entonces se estuvieran conculcando los valores democráticos en los que se basó la Constitución de EE. UU.
En definitiva, con esta obra Antoni Miró sugiere irónicamente el cumplimiento de una voluntad necesaria: la de terminar siendo un metafórico verdugo del sistema económico imperante; por eso puede considerarse su más rotunda y explícita muestra personal de rechazo al imperialismo económico yankee.
Santiago Pastor Vila
