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Catalunya diu prou

Esta obra se incardina en la serie “Mani-festa”, a través de la cual el artista interpretó el agitado contexto social, tal y como expresó Romá de la Calle, “reflejando de forma abierta el pulso circundante de nuestras complejas existencias, justamente en estos contextos críticos, difíciles y comprometidos”. Desde el comienzo de su carrera había existido una constante defensa de la cultura propia. Numerosos críticos han destacado su sensibilidad al respecto, como lo han hecho en referencia a la lucha contra el imperialismo y la opresión.

En definitiva, Antoni Miró en las obras de esta serie pinta lo que ve que está pasando. En este caso concreto se centra en la identidad del pueblo catalán, defendiendo la equiparación del nacionalismo con la defensa de la cultura propia. En este cuadro refleja una escena de la diada de 2013: una calle barcelonesa abarrotada, en la que una multitud de ciudadanos portando numerosísimas banderas independentistas se manifiesta a favor de la secesión de Cataluña del Estado español. Lo hace mediante la selección de un enfoque en picado, que reproduce el que capta una cámara de control de tráfico elevada sobre el centro de la calzada, muy difundido por los medios periodísticos. Se potencia la profundidad de la calle gracias a la graduación del tamaño de los elementos, que disminuyen hacia la parte superior, y que se muestran, además, cada vez menos definidos a medida que se avanza en esa dirección.

El primer plano, en la parte inferior, se constituye por una serie de estelades. Así, los colores rojo, amarillo y azul dominan esa parte de la composición, al superponerse a un continuo de personas que adquiere una cualidad neutra en términos cromáticos, como resultado de la multiplicidad de tonalidades empleada conjuntamente en su caracterización. Como sabemos, ocurre de forma similar en La libertad guiando al pueblo de Delacroix, donde la bandera francesa es el único elemento que infunde colorido en la composición.

Miró realiza este reconocimiento al independentismo catalán, aunque prescindiendo de la estrategia alegórica que empleó su antecesor y manteniéndose anclado a una realidad actual que pretende hacer trascender en la historia, como ha venido haciendo a lo largo de su trayectoria artística, de la mano de la categorización como “permanencia pictórica”, a la que aludió Cerdán Tato, y que desborda la obsolescencia que es propia de la crónica periodística.

Santiago Pastor Vila

CATALUNYA DIU PROU, 2013 / Barcelona (Acrílic / llenç, 114 × 162)Serie: Sense TítolSubserie: Mani-FestaAntoni Miro