Saltar al contenido principal

A Antoni Miró

Josep Vicent Botella

El hombre un día claro, vio el cielo desnudo y sin ropas. Se encontró solo y olvidado en medio de la tierra. Había quedado cortado el hilo de la espiritualidad, y este hombre tuvo que vivir por fuera. Todas sus esperanzas habían quedado delante de él, podía verlas y palparlas. Eran suyas con alargar la mano.

Por ello, si no poblamos nuestros actos con notas de fantasía, con la invención de un mundo extraño, ilógico, naturalmente fantástico, nos veremos arremetidos por el signo pestilente de una realidad insostenible. Por un monótono hormigueo acentuadamente progresivo que invade la vida y cada uno de nuestros actos.

Esto es claro en la pintura de Antoni Miró, la creación, su invento, es la fantasía de la figura. Su medio de lograrlo, un cristal paragógico que conduzca a una desmitificación de la realidad por contraste, o por lo que es la misma cosa; Antoni Miró carga su humanidad en cada cuadro, y la realidad reflejada equivale a un trozo de la vida del pintor contrastada con su ambiente exterior.

El pintor es un hombre que toma el arte como una forma (como el único camino) de constante superación humana. Derrama sentimientos a su pintura y los depura hasta que toman forma (pensamientos).

A las horas la pintura ha perdido importancia en su espectro comunicante. Lo esencial es haber llegado a la vida interior por medio de ella.

La fantasía de Antoni Miró viene condicionada por un inquieto estar, por una postura ante los acontecimientos entre reactivo y condescendiente.

Cualquiera de sus desnudos es completamente asensual, están desprovistos de cualquier maquinación secundaria. Es la indiferencia de la contemplación, tal vez un punto de vista sardónico.

En otras pinturas el choque del hombre con el pintor queda reflejado en una patente preocupación metafísica. No es pintura social, es que la luz o la oscuridad del mundo atraviesan el cristal paragógico del artista. Y aquí vuelve a surgir el invento: El hombre-masa como una posibilidad de autorrealización como individuo. Es algo que pide liberación, fantasía de la liberación. Es fantasía necesaria al minuto. Yo pido fantasía para los hombres que se sienten aplastados por la realidad.

ANTONI MIRÓ, PINTURES

Más textos de Josep Vicent Botella referidos a Antoni Miró