José María Iglesias
[...]Es frecuente en este tipo de arte, de “denuncia”, de “compromiso”, que el tema prive y reclame toda la atención del artista quedando la ejecución de la obra un tanto sojuzgada o relegada, cuando no volcada abiertamente a una suerte de caricaturización de mal gusto. Esto nunca se da en Antoni Miró. Cuando toma una imagen de cualquier medio de comunicación la enriquece pictóricamente. La enriquece sin desvirtuarla, sin opacar la procedencia, que es también la referencia, que autentifica la intención. La obra me atrae por lo que tiene de arte, esto es lo que lleva a demorarse en ella, en ese tan recomendado, estéticamente, intento de hacerla nuestra. Es entonces cuando se produce la eficacia del mensaje, cuando vemos la opresión, la degradación, el sometimiento, la brutalidad y la violencia, la falta de libertad, en suma, que el artista denuncia.[...]Texto completo