Joan Llinares
[...] Y de forma permanente, siempre, la obra hace un guiño a los hombres y mujeres que han materializado la cultura de un país entendido a la forma ausiasmarchiana, es decir, aquella de cuando nuestra lengua no conocía las fronteras borbónicas ni los símbolos estaban divididos por franjas. Arte y realidad en todas sus formas, formatos y sentimientos; emoción y compromiso con su pueblo; libertad de quien la cree y la practica… todo eso es lo que encuentro cada vez que tengo la oportunidad de contemplar la obra de Antoni Miró.Texto completo