Antoni Miró: Como en un sueño, con la conciencia del pasado y los latidos del presente
Bruno Pollaci
Ser artista en esta segunda mitad del 900 es seguramente difícil, casi “heroico”, ya que, aunque se han multiplicado las potencialidades tecnológicas a nuestra disposición y se ha cambiado la concepción de la investigación artística “360º”, se ha de trabajar al final de un siglo que ha sido, sin ningún género de dudas, el más denso en propuestas y revoluciones artísticas, que han determinado lógicamente una evolución expresiva y conceptual que no tiene precedentes y que al mismo tiempo deja poquísimas posibilidades creativas a las nuevas generaciones, que sólo pueden conquistar “migajas” de originalidad comprometiendo al máximo sus propias capacidades intuitivas. Pero debemos también reconocer que esta condición psicológica de aparente imposibilidad evolutiva puede (¡...y debe!) desencadenar en los artistas, un proceso de “liberación intelectual” capaz de afrontar la “dura batalla” utilizando el mismo gran y “pesado” pasado artístico, como elemento integrante de aquel proceso creativo que debe, naturalmente absorber y filtrar las emociones, los “sabores” y los “humores” del vivir contemporáneo. El artista español Antoni Miró parece uno de los ejemplos más claros de esta posición cultural que afronta con inteligencia y capacidad de síntesis el concepto mismo de la contemporaneidad del lenguaje artístico. Hijo de una gran tierra que ha dado al Arte grandes “hijos” como Velázquez, Goya, Picasso y Miró, parece atraído, sin embargo, por aquel mundo de imágenes precisas y reales, como las del surrealista Magritte y las del Pop Warhol. Pero Antoni Miró es capaz al mismo tiempo, de superar la realidad con su aproximación caleidoscópica y singular que nos devuelve a la mente las superposiciones imprevisibles de las imágenes de un sueño. En su obra están presentes la conciencia del pasado y los latidos de un mundo contemporáneo que encuentra también en la “contaminación” de cierta elevada gráfica publicitaria una preciosa linfa vitae. Y es precisamente con esta visión total de las posibles inspiraciones donde, sin reservas mentales, límites ni prejuicios, Antoni Miró parece haber encontrado la “llave” para afrontar su personal “batalla” artística, ofreciendo un trabajo de grandes valores evocativos y realizando obras con una notable habilidad técnica, que lo sitúan entre los mayores artistas emergentes de España, continuando la gran tradición artística a la que esta gran y apasionada tierra nos ha acostumbrado desde siempre.