Pesadilla del dólar
Luís Rodríguez Olivares
(Dólar: m. inglés, dollar. Unidad monetaria de los Estados Unidos. Moneda dominante como el país al que pertenece. Símbolo del imperialismo norteamericano. Símbolo utilizado, por extensión, en la pintura de Antoni Miró como instrumento de la explotación de unos países por otros, de unas clases por otras).
La burguesía tiene un carácter represivo. Es necesario introducir ese elemento fundamental en la crónica de eventos propios de nuestra época. Y expresar un juicio crítico. Y tomar postura.
Antoni Miró no es neutral. Y, así, abre un camino contracorriente y pesado pero inexorable. Cada uno de los pasos es un comentario sobre el hombre y el mundo, un latigazo que altera el sosiego del inmovilismo burgués. «Arte pesado» que rompe con ese otro domesticado y pasivo y neutro. Trabajo político.
La crónica está contada con hechos reconocibles que no deben ser considerados aislados: masacre en Chile, genocidio en Palestina, guerra en Vietnam, corrupción en América. Son caras de la misma moneda, el dólar presente siempre.
Todos ellos nos enfilan hacia la primera afirmación. La represión. Y, aún más, la represión produce beneficios. Si no fuera así, tantos actos brutales quedarían desnudos de intención, se convertirían en anécdota. Aunque trágica, sin nada de cordura.
Aunque el escenario no nos aleja. Lo hemos hecho nuestro. La pasión que se desprende de una muerte en Vietnam, el dolor chileno, la impotencia palestina son efectos de una situación similar. Es decir, Antoni Miró podría haber pintado un gigantesco dólar dominante sobre su propia y luminosa tierra.
(Al fondo, la sierra Mariola. Cerca, Alcoy. Bajando por el puerto, el Mediterráneo. Luz y manchas grisáceas, bosques de encinar, carrascal, garriga, matorrales de romero y aliaga, olor a manzanilla, uva de lobo y uña entre las rocas. Un gran dólar ondeando al viento rafagado que silba a los cortes adentrados).
Sería lo mismo, la misma y acechada pesadilla.