El retorno a las montañas
Salvador Jàfer
(Para Antoni Miró)
VOLVEMOS a las montañas con el corazón dentro del puño,
con el corazón en la mano esperamos la derrota.¿Quién habrá ido tan lejos como nuestro deseo?
¿Para quién habremos escrito en las líneas de fuego?
La sangre de la gacela manaba dentro de la copa,
bebíamos en la copa el estallido del horizonte,
dagas, metales forjábamos para salvar el secreto.
No nos podrán desanimar. Las venas que lucen
como los ojos al mediodía resisten el ataque.Corre, ven, escóndete a mi abrigo de luz,
viene una niebla de pétalos que nos perfuma la piel.
Hemos subido solitarios a la cima de todos los caminantes,
nos siguen las damas en noches de diamantes,
príncipes y rapaces, chapuceros y donceles.¡Salid, saltad, la noche es la esperanza!
¡Esta tierra ya no es la nuestra, pero vienen
mensajeros de los laberintos del cielo. Crecen las ondas altas,
las rocas son zafiros, recortes del corazón, relámpagos de la mirada!
El presente cala fuego al muy extraño diario
donde nos han visto danzar sobre los siglos de los siglos,
porque no somos de hoy, ni hemos pertenecido al nuncasino a la impermanencia.