Introducción
Matilde Romagosa
Visitar una exposición de Antoni Miró es como pasearse por las escenas cotidianas que nos rodean cada día, pero que nuestra indolencia no nos deja ver.
Nuestro artista no se dirige a los expertos en arte ni a los conocedores de las técnicas plásticas, sino a todos y cada uno de nosotros, que constituimos la masa de los visitantes. La increíble variedad de colores y de formas inauditas ejercen sobre nosotros una atracción hipnótica y, al acercarnos, notamos que algo nos sucede.
Mensajes y misterios... las litografías de Antoni Miró emiten señales que podemos reconocer, pero que, aun así, preservan sus secretos.
Deambulamos tranquilamente y no sabemos cómo hemos podido acabar atrapados en aquel sarcasmo, en aquella tremenda explosión de acusaciones. Y volvemos. Siempre se vuelve a Antoni Miró. Si conseguimos redimirnos, ya no seremos imparciales, y algo que se nos había colado por la retina nos desasosegará.
El mejor (o el peor) que podemos hacer es colgar una obra de este valenciano en nuestra casa. Recuerdo con alegría (o con estupor) el día que lo hice. La fuerza que impactó en la estancia fue tal, que ni la luz del atardecer lograba restituirle la placidez habitual. Con el paso del tiempo no es que la litografía se adaptara al ambiente: el ambientse se adaptó a la litografía. La sala de estar se ha convertido en un escenario de emociones y de transformaciones continuas. Ya nada es como era.
El año 1985, en colaboración con la Generalitat de Cataluña, l’IPECC Barcelona, el Casal Catalán de Hannover, etc., me encargué de impulsar en Wolfenbüttel la iniciativa de erigir un monumento en honor del violoncelista y humanista Pau Casals. Miró, Castejón y Vidal crearon la escultura, que se levanta en los terrenos de la Herzog August Bibliothek, en el centro mismo de la ciudad. Por este trabajo no tuvimos que pagar nada. Una vez más nos llegaba el mensaje de Antoni Miró.
En la Biblioteca Municipal de Hannover-Laatzen tendremos ocasión de contemplar otra exposición en Alemania del artista alcoyano Antoni Miró. Nos congratulamos.