Junto, a los árboles
J. Seafree
(Tres poemas para Antoni Miró)
(agosto - septiembre 1998)
A la pintura
Aunque los árboles no piensen
y aunque la huella del agua
rice la memoria de los hombres
quedará la música del mar
la luz del arte y los ojos
del pintor que vigilan cada rincón
sus manos acariciando la sombra
el trazo mágico que el sueño atesora
Aunque el papel se eleve
y las montañas queden tan lejos
llegarán rodando las piedras
volando las arenas vendrán
para conquistar los relojes y sus
cristales
vendrán las aves las máquinas
los recuerdos y las esperanzas todas
y la alegría rodeará cada estancia
Aunque el barro se hunda
por la lluvia y el tiempo
las paredes las ventanas y el color
descubrirán con ternura el silencio
de la pintura el abismo de lo real
con mimo y con asombro los animales
del bosque estarán aguardando
nuestro brazo extendido y su paleta
Historia de un hombre
hielo
lucha
páginas
bicicletas y cuerpos
la fascinación y el entusiasmo
rostros para siempre
hielo y agua
luces cotidianas
madera
imágenes
sombreros y manzanas
versos remando en el azar
agua y nieve
la piel
templos y brisa
realidades imposibles
caricias
libros que enamoran
nieve y río
la sonrisa del arte
el fuego
tierras y hombres
agradecimiento
cuerdas
río
de vivencias
el camino
dialéctica
crítica
el aliento
...De los años...
A principio de los años sesenta
ya realizaba exposiciones y ganaba premios
(yo no nací hasta el setenta y cuatro)
Multitud de lugares conocen su quehacer
tantos nombres habitan sus cuadros
- Freud, Magritte, Picasso, La Gioconda,
Velázquez, Goya, Che Guevara...-
El trabajo y la ilusión fueron llenando
salas, espacios, obras, volúmenes
cientos de páginas cálidas e impetuosas
La naturaleza es la más sabia compañera
rodearse de ella para el proceso creativo
y hacerla merecido homenaje, la mejor justicia
Tiene barba y una mirada profunda
como los gnomos que defienden el bosque
A principios de los años noventa
continuaba realizando exposiciones
llenando salas y más páginas, trabajo e ilusión
(comencé a recoger en correos sus grandes libros)
Fui conociendo la magnitud de su obra
muchas cartas y el teléfono alguna vez
me fueron acercando a un buen amigo
Un otoño nos saludamos en Madrid
casi cuarenta años de arte a sus espaldas
y la bóveda del tiempo que escribe estos versos
como briznas de sal y de vida
y el hacha y el pincel que guarda junto a los árboles
donde reposan sus mejores luces
(en mi cueva se abre paso la satisfacción)
y la sorpresa y la virtud
que nos brinda ANTONI MIRÓ