Antoni Miró, implicación estética
Amalia García Rubí
Pertenecientes a sus series más recientes, las obras que configuran la última aportación de Antoni Miró, Alcoi 1944, giran nuevamente en torno a cuestiones de actualidad en el mejor de los sentidos. Antoni Miró ha sido siempre un pintor de crítica social, preocupado por los acaecimientos del tiempo que le ha tocado vivir, y en consecuencia implicado conscientemente en las cosas del mundo. Su figuración, fraguada y casi invariable desde los años setenta hasta hoy, radica en un realismo de corte pop, integrado en la mentalidad postvanguardista y por ende interesado en la adaptación de nuevas técnicas pictóricas y visuales. De ahí el sentido de modernidad de una obra que, por otro lado, no pierde el significado de lo genuino, de lo auténtico, y por tanto, se encuentra férreamente ligada a su lugar de origen. La gráfica digital, la serigrafía, el acrílico, son procedimientos usuales en los procesos de creación de Miró, métodos que el artista combina a la perfección en soportes tradicionales como lienzos. Una aparente paradoja que sin embargo reafirma la naturaleza antes pictoricista que tecnológica de este artista comprometido. En la amplísima producción de Antoni Miró, sin duda uno de los creadores más valorados y queridos en el panorama levantino, destacan algunas líneas de comportamiento ético y estético perdurables a través de los años. Fruto de esa coherencia en el sentir y en el entender el arte del pintor de Alcoi, son este conjunto de imágenes realizadas en acrílico y gráfica digital, donde la narración se inspira en la inmediatez de los medios de comunicación, para contar a base de escenas retomadas de crónicas periodísticas o televisivas, hechos transcendentes e impactantes como los del 11 de Septiembre. La imagen sesgada de un acontecimiento que ha adquirido dimensiones mundiales sin precedentes, pone de manifiesto replanteamientos, por ejemplo, sobre la manipulación de la información en la sociedad de masas, etc. Asimismo, la preocupación por cuestiones relacionadas con el deterioro medioambiental, la permanente lucha desde su posición de artista a favor de la conservación de los paisajes naturales o la crítica antibelicista, continúan siendo mensajes captados a través de una obra, por lo demás, sumamente cuidada, con un elevado valor esté tico. En las pinturas siempre reflexivas de Antoni Miró, encontramos una filosofía de vivir, un cruce de caminos donde arte y vida confluyen más allá de lo aparentemente artificial.