Paula Lajara
[...] La reflexiva pintura de Miró, transforma en un alarde inaudito de belleza, sus críticas más duras y sus más ásperas apreciaciones. Un pintor comprometido con su tiempo, contracorriente (¿Underground?) y sabedor de que el buen arte comunica con una contundencia capaz de transformar la materia en razón; la tela en bandera, el lienzo en trinchera y el colorido en esperanza.Texto completo