Joan Fuster
[...] En el fondo de la firme y proteica obra de Antoni Miró se encuentra, desde el primer día, una decisión crítica proyectada sobre el hombre y la sociedad que ha creado el ser humano occidental. Unas veces es el grito de denuncia; otras, el sarcasmo revulsivo y, de vez en cuando, la misma incongruencia de un arte acorralado por sus propias hipótesis. De ahí que se derive la profunda sugerencia. Y la lección.Texto completo