Manuel Alcaraz Ramos
Un recuerdo que no es nostalgia. Unas miradas que superan el tiempo. Unos años habitados por las palabras aplazadas y los silencios llamados. Un color cauto, algunas ráfagas vividas en rojo o en azul sobre los trazos existenciales de un rostro viajero. Unas letras insistentes: versos, telegramas, títulos, incitaciones. Unos detalles atrapados, celebrados, hechos Historia. Unas pulsaciones en el nervio de la memoria. Un reencuentro. [...]Texto completo