A Antoni Miró

Manuel Muñoz Ibáñez

Antoni Miró parte del expresionismo, también tiene su período abstracto y culmina con el propio de su obra actual, conectada a la problemática del hombre y el entorno que lo condiciona. «Els relleus visuals» (Los relieves visuales), de 1968, son un magnífico período de investigación donde las corrugaciones de la superficie «tema» están en función de un proceso de búsqueda intelectual y plástica muy positiva. De aquí hasta «Vietnam-68» sólo hay un paso cronológico, pero un largo y velloso camino conceptual. Decide buscar modo de expresión a través de la escultura. En 1969 sus figuras de geometrismo, pensados, dejan paso a alusiones patéticas humanas, con evocación en Vietnam. La conciencia social ha llegado a todos los aspectos de su obra y busca la temática universalista, evitando el envejecimiento precoz de la crónica de un día. En 1972 realiza la serie «Amèrica Negra», y luego «El dòlar». A lo largo del estudio de «Crònica de la realitat» hemos visto la frecuencia del simbolismo, de la asociación de elementos, al servicio del impacto del mensaje.

(Fragmento de: La Pintura Contemporània del País Valencià, Edit. Prometeo).